A lo largo de la vida de la Doctor Who Magazine hemos podido disfrutar de diferentes historias más o menos reseñables, pero la que nos trae hoy aquí brilla no sólo por sus creadores, sino por lo que nos cuentan en ellas.
En 1980, entre la páginas del número #35 de la Doctor Who Weekly, debuta un escritor que hasta ese momento tan sólo había publicado fanzines y alguna que otra tira de prensa. Esta sería su primera incursión oficial en el mundo del cómic como guionista y el primer paso hacia una carrera de reconocimiento internacional, me refiero, como no, a Alan Moore.
Muchos de nosotros asociamos automáticamente el nombre de Alan Moore a obras como “V de Vendetta”, “Watchmen” o la “Liga de los extraordinarios caballeros” entre otras y no solo por pertenecer al mundo de los cómics, sino también por sus adaptaciones cinematográficas. Sin embargo, lo que es menos conocido es que este guionista fue el creador de una las más interesantes historias del final de la época del 4º doctor, en los cómics, por supuesto. Su trabajo abarca cuatro arcos argumentales titulados “Black legacy”, “Business as usual”, “Star Death”, “4-D War” y “Black sun rising”, de tal manera que las dos primeras son historias independientes pero las tres finales forman una trilogía que nos narra el origen de los viajes temporales y la primera guerra del tiempo. Algo que caracteriza a las cuatro es que en ninguna aparece el doctor como protagonista, tan solo como un narrador ajeno a la historia y nunca como un personaje. Esta decisión de no incluir al doctor como hilo conductor quizás sea a que Alan Moore no conocía la serie a su ritmo contemporáneo y tan solo había tenido contacto con la serie en la época de William Hartnell ¿No se quiso arriesgar a utilizar un personaje que no conocía?, puede que nunca lo sepamos.Pero conozcamos un poco más estas historias.
En “Black Legacy” los protagonistas son los cybermen que, en sus viajes interestelares, llegan hasta el planeta Goth donde habitan los Deathsmith. Sin embargo cuando llega allí se encuentran que toda la raza a sido aniquilada por lo que deciden recuperar todo tipo de tecnología que puedan recuperar, especialmente si es armamentística. Entre las cosas que dejaron atrá los Deathsmith se encuentra el “Dispositivo apocalipsis” que como su nombre indica no es nada bueno y como es de esperar este ingenio se vuelve contra ellos. De esta historia se puede destacar que estos cybermen presentados por Moore son bastante diferentes a los de la serie, ya que están bastante más humanizados.
En lo referente a “Business as usual”, tenemos como protagonista a la inteligencia Nestene y sus Autonst que se enfrentan al espía industrial llamado Max Fischer, que se encontraba investigando Galaxy Plastics Inc para poder así robarle sus secretos. Esta Historia no tiene mucho que reseñar y podría decirse que es en la que más se nota la ausencia del Doctor como protagonista.
Y finalmente llegamos a la trilogía que dará fin a la colaboración de Alan Moore con la revista. Todo comienza con el cuarto doctor, de nuevo como narrador, situando al lector en el contexto espacio temporal:
“El sol llamado Qqaba agoniza. Como gigantes polillas, las naves Starbreaker de los gallifreyanos trazan lentos círculos mientras disminuye su brillo…¡Pronto Qqaba terminará por colapsarse liberando es sus últimos estertores la energía necesaria para que los gallifreyanos puedan adueñarse del control del tiempo! ¡Bienvenidos al nacimiento de una leyenda! Bienvenidos a…STAR DEATH”
Con esta introducción nos adelanta que en esta historia conoceremos como los galifreyanos elaboran la tecnología que les permitirá viajar a través del tiempo. Lord Rassilon, Lord Griffen, Lady Jodelex y , como no, Lord Omega son los artífices de esa investigación que les llevará a un anueva era de Gallifrey y al inicio de los Time Lord. Sin embargo un saboteador venido del futuro llamado Fenris provoca que los escudos de la nave de Omega fallen, con el fin de de acabar con los señores del tiempo antes de que ni siquiera nazcan. La resolución de esta aventura la dejamos para aquellos que deseen leerla.
La siguiente historia, “4-D War”, se sitúa 20 años después del intento de sabotaje de Fenris. La hija de Lord Griffen y Lady Jodelex, Lady Rema-Du, lleva a cabo una investigación para poder averiguar porque fueron atacados y quién querría acabar con los experimentos de los Gallifreyanos. Para ello se ha de internar junto a wardog, su escolta, en lo más profundo de un agujero negro. Allí averigua que Fenris fue enviado por la Orden del Sol Negro, unos enemigos que provienen de 30.000 años en el futuro, a los cuales los Time Lords aún no han conocido.
En “Black Sun Rising” (El amanecer del sol negro) nos situamos 10 años tras “4-D War”. En esta aventura Lady Rema-Du asiste a una conferencia entre varios mundos como embajadora de Gallifrey. Entre los asistentes encontramos a los Sontaran y al embajador de la orden del sol negro. Sin embargo aún no ha comenzado el conflicto futuro entre Gallyfrey y esta orden, por lo que Lady Rema-Du, decide indagar más y acaba enamorándose del embajador, cosa que llena de envidia al embajador Sontaran. Este decide elaborar un plan para vengarse y que llevará al inicio del conflicto entre las dos civilizaciones comenzando así la primera guerra del tiempo.
Con esta historia finaliza la época de Alan Moore en la historia de los cómics de Doctor Who, que junto con David Lloid a los lápices, marcaron un punto fijo en el tiempo para la nuestra cronología comiquera. Estos cómics no son difíciles de encontrar por internet, pero en su formato papel es bastante difícil. Sin embargo existen reediciones que se realizaron posteriormente por Marvel UK en las que sustituyeron al 4º doctor por el 7º y que seguramente sean más sencillas de localizar en tiendas de segunda mano, eso sí, siempre en el idioma original, ya que todas estas historias siempre han sido inéditas en España.
Continuará…
Siguiente entrega: Cronología comiquera (´90): Marvel Comics
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